En el nuevo Museo del Greco de Toledo se descubre la obra “más
moderna” de uno de los grandes genios de la pintura con un nuevo montaje
y una exposición comunicativa centrada en su última producción, que
coincide con su estancia en España.
Desde su
llegada a Toledo, las relaciones de mecenazgo y la clientela española
condicionaron la evolución de su obra. El Museo del Greco ofrece la
posibilidad de conocer las pinturas más relevantes de este periodo como
el Apostolado, el Retablo de San Bernardino o la Vista y plano de
Toledo. Además, expone el trabajo de algunos de sus seguidores, como
Luis Tristán.
El Museo dedica un espacio
expositivo al marqués de la Vega-Inclán, su fundador, en el que se
introduce la figura de este coleccionista y pionero en la promoción
turística de nuestras artes y en la recuperación del Greco. Se presentan
diversos ambientes concebidos por él, como una muestra de la
interpretación romántica que se hacía del pintor a principios del siglo
pasado.